Arroz al horno con restos de cocido
¡En solo minutos, convierte los restos de cocido en un arroz al horno que es pura magia! Fácil, rápido y rebosante de sabor casero, este plato es la excusa perfecta para reunir a tus seres queridos y disfrutar de momentos inolvidables alrededor de la mesa.
Ingredientes necesarios
¿Listo para darle una segunda vida a ese cocido que tanto disfrutaste ayer? ¡Pues vamos allá! Te voy a desvelar los secretos para que tu arroz al horno no solo sea delicioso, sino que cuente una historia en cada bocado.
Empieza por esos trozos de carne jugosa que quedaron en la olla. Ya sean de pollo, ternera o cerdo, son un tesoro que aportará sabor y sustancia a nuestro plato. Y no te pases por alto esos garbanzos que sobraron; son pequeñas joyas que harán que tu arroz crujiente tenga alma.
El caldo del cocido, ese elixir que encierra los secretos de una buena mesa, será el alma de nuestro arroz. Y el arroz bomba, ¿puede haber algo más español? Absorbe los sabores y abraza el caldo hasta alcanzar la perfección.
Un buen sofrito es esencial, ¿verdad? Tomate, ajo y cebolla bailando juntos en la sartén, creando la melodía perfecta para nuestro plato. Y no olvides el azafrán y el pimentón, que son los colores y aromas de nuestra tierra, imprescindibles en cualquier cocina que se precie.
Pero aquí entre nosotros, la cocina es también improvisación y personalidad. ¿Qué tal si le añades un poco de chorizo para darle un toque picante? O quizás unas hojas de laurel para un aroma más tradicional. ¡Este es tu momento de brillar en la cocina y hacer que esta receta hable de ti!
Preparación del arroz
¡Vamos allá! ¿Ves esos restos de cocido? Van a convertirse en el alma de un arroz al horno que recordarás por días. Escoge las piezas más jugosas, esas que te hacen la boca agua solo con mirarlas, y córtalas con mimo para que se fusionen con el arroz y creen una sinfonía de sabores.
El sofrito es más que un paso; es una tradición, un ritual que he heredado de mi abuela y que ahora comparto contigo. Con amor y paciencia, sofríe esos trocitos con un buen aceite de oliva y un ajo que baile en la sartén, y verás cómo el aroma te transporta a las cocinas de antaño.
La cocción del arroz es un arte que requiere atención y cariño. Recuerda, el arroz es generoso y absorberá todo el caldo que le des, así que mide bien y deja que repose bajo un paño, como un tesoro que se revelará en su momento justo.
Y si te sientes valiente, ¿por qué no añadir unas hebras de azafrán al caldo? Dale ese toque dorado y lujoso que convertirá tu arroz al horno en una obra maestra. ¡Sorprende a tus comensales y a ti mismo!
El toque final en el horno
¡Vamos allá con el gran final! ¿Sabéis esa sensación de morder y escuchar ese crunch que nos vuelve locos? Pues vamos a conseguirlo con nuestro arroz al horno. ¡Manos a la obra!
Os voy a confesar algo: de pequeña, me encantaba escuchar el chisporroteo del arroz en el horno de la cocina de mi abuela. Era el anuncio de que algo delicioso estaba por llegar.
Para recrear ese momento, espolvoread una mezcla de pan rallado y un chorrito de aceite de oliva sobre el arroz antes de meterlo al horno ya caliente a 220°C. ¡Es un truquito que nunca falla!
Y aquí va una pregunta clave: ¿sois de los que os gusta bien tostadito o solo un poquito dorado? Sea como sea, estad atentos al horno y sacad el arroz cuando esté a vuestro gusto. ¡Pero cuidado! No os despistéis, que de un minuto a otro puede pasar de glorioso a quemado.
Antes de servir, dejad que el arroz descanse un poco. Esos minutos son oro porque permiten que los sabores se intensifiquen y la textura se vuelva insuperable.
¿Listos para saborear? Ahora es vuestro turno de probar y contarme, ¿qué toque personal le dais vosotros a este plato tan nuestro?
Receta
Arroz al horno con restos de cocido
¿Sabías que el arroz al horno con restos de cocido es un secreto bien guardado en muchas familias españolas? Pues sí, en mi casa es una tradición que viene de mi abuela, y es que este plato tiene el poder de convertir lo que sobra en una auténtica fiesta para el paladar.
Ingredientes
Esto es lo que mi abuela siempre decía que no podía faltar:
- Arroz – 300 g, porque es la base de esta maravilla.
- Caldo del cocido – 600 ml, el alma del plato con ese sabor a recuerdos y a cariño.
- Restos de cocido – no desperdicies nada, todo tiene su lugar en este arroz.
- Tomate – 1 grande, para darle esa jugosidad que nos encanta.
- Ajo – 2 dientes, el toque aromático que nunca falla.
- Pimentón – una cucharadita, para recordarnos a la tierra.
- Aceite de oliva, sal y colorante alimentario – para que el sabor y el color sean perfectos.
Anímate a ponerle tu sello personal, como hacía mi abuela, que siempre le añadía un poco de romero fresco.
Instrucciones paso a paso
- Empieza por el sofrito con el ajo y el tomate, y cuando esté en su punto, añade el arroz y el pimentón, dejando que se tuesten ligeramente.
- Después, añade los restos de cocido y el caldo, y deja que el arroz se cocine lentamente, absorbiendo todos esos sabores que nos transportan a la infancia.
- Para terminar, hornea el arroz a 200ºC hasta que se forme esa capa crujiente que tanto nos gusta.
Este arroz al horno no solo es una receta, es un viaje a los sabores de siempre, es una manera de honrar lo que nos enseñaron nuestros mayores. Así que sírvelo con orgullo y acompáñalo de una buena charla en familia. ¡Que aproveche!