Arroz con conejo al horno

Receta ↓ Ángela Solar

¡El Arroz con conejo al horno te enamorará a primera vista! En un abrir y cerrar de ojos, prepararás un plato con una textura perfecta y un aroma que embriaga los sentidos. ¡Sabor casero, sublime y sin complicaciones!

Beneficios de comer conejo

¡No te lo vas a creer! El conejo no es solo para ocasiones especiales, es una joya nutricional que deberías estar disfrutando mucho más a menudo. ¡Y te voy a contar el porqué!

Imagina que llegas a casa después de un día largo y quieres cenar algo que sea tanto delicioso como nutritivo. Aquí entra el conejo, con su alto contenido en proteínas magras y su bajo nivel de grasas, ¡es la cena perfecta para recuperar energías sin remordimientos!

Y no solo eso, cada bocado está cargado de vitaminas como la B12 y minerales como el zinc, que son esenciales para que te sientas en plena forma. Además, con el conejo, estás tomando una decisión eco-amigable, ya que es una carne sostenible que cuida de nuestro planeta.

Un consejito: si te decides por el conejo, prueba a marinarlo con hierbas frescas antes de cocinarlo. ¡Verás qué explosión de sabor! Así que, ¿a qué esperas para darle un giro a tus platos con esta carne tan especial?

Ingredientes necesarios

¿Preparado para un viaje gastronómico? Hoy te traigo un plato que me recuerda a los domingos en casa de mi abuela: el arroz con conejo al horno.

Para que te quede de rechupete, elige un arroz bomba, ese que nunca falla y que se hincha como un globo absorbiendo todos los sabores. Si me permites un secreto, un chorrito de buen vino blanco en la cocción y tu arroz quedará celestial.

El conejo, esa carne tierna que siempre me lleva a los campos de mi infancia, debe ser jugoso y de calidad. ¿Te atreves a marinarlo con un poco de brandy? Te aseguro que el resultado es para chuparse los dedos. Y si tienes un huerto o conoces a alguien que lo tenga, no hay nada como unas hierbas frescas para darle el último toque.

Para el sofrito, coge tomates maduros, pimientos verdes, ajo y cebolla, y prepárate para que tu cocina se llene de aromas. Y aquí entre nosotros, un pellizco de pimentón dulce puede ser el secreto mejor guardado de tu receta.

Este es tu momento de brillar en la cocina, así que haz que esta receta hable de ti. ¿Un toque de canela? ¿Por qué no? ¿Unas hebras de azafrán para dar color y sabor? Adelante. Recuerda que cocinar es como pintar un cuadro, y tú tienes la paleta de colores.

Preparación del conejo

¡Prepárate para enamorarte de este marinado que transformará tu conejo en una obra maestra! No exagero cuando te digo que la combinación de ajo picado, romero fresco y esa pizca de pimienta negra recién molida va a hacer que tus papilas gustativas bailen de alegría.

Recuerdo que la primera vez que probé este marinado, me transportó a los veranos en el campo de mi abuela, donde los aromas y sabores eran los protagonistas de la mesa.

Y en cuanto al dorado, ¡oh, amigo mío, te tengo cubierto! Olvídate de conejos pálidos y sin vida; te voy a enseñar cómo lograr una capa crujiente y dorada que es pura magia.

Calienta bien la sartén, un poco de aceite y paciencia, y voilà, tendrás una carne dorada digna de un aplauso. Este es el tipo de trucos que convierten un plato bueno en uno extraordinario, y ahora es tuyo para que triunfes con tu arroz con conejo al horno.

Elaboración del arroz

¿Sabes ese aroma que inunda la cocina cuando el arroz está cogiendo todos los sabores y te avisa de que algo mágico está ocurriendo en el horno?

Esa es la señal de que vas por buen camino. Mi abuela siempre decía que un buen arroz es la base de cualquier plato y, créeme, tenía toda la razón.

Empezamos eligiendo un arroz de grano redondo, el auténtico todoterreno de la cocina española. Yo lo lavo con esmero, como si estuviera acariciando las olas del mar, hasta que el agua se vuelve cristalina. Es un ritual que transforma el simple acto de cocinar en un momento de conexión con los ingredientes.

El secreto de su cocción es tan sencillo como usar un caldo que haga cantar a las papilas gustativas. Imagina ese caldo que has preparado con amor, impregnando cada grano de arroz con un sabor que te hace cerrar los ojos y suspirar.

Y no te olvides de las especias; un toque de azafrán te llevará directamente a los campos de La Mancha, y un pellizco de pimentón te recordará a las fiestas de pueblo.

Invito a que dejes volar tu creatividad. ¿Qué tal si pruebas con un arroz integral para una textura diferente o te atreves con unas ramitas de tomillo para un giro inesperado? Cocinar es como pintar un cuadro, y tú tienes la paleta de colores en tus manos.

Montaje y horneado

¡Ya casi lo tienes! Es el momento de la verdad, donde tu arroz con conejo al horno va a empezar a tomar forma y aroma. Te voy a guiar para que te conviertas en un maestro del horneado.

Lo primero es lo primero: enciende el horno a 180°C para que se vaya calentando. Mientras tanto, coloca con amor el arroz en una fuente para horno y sitúa las piezas de conejo encima como si fueran tesoros a descubrir.

Si eres de los que no teme a los retos, atrévete a añadir unos champiñones o unas ramitas de romero para darle un giro inesperado. ¡Sorprende a tus comensales!

Vierte el caldo despacio hasta que apenas cubra el arroz, como acariciándolo, porque es ese líquido el que va a hacer que tu arroz quede perfectamente meloso. ¿Mi truco? Utiliza un caldo casero, el cambio es abismal.

Introduce la fuente en el horno y déjate llevar por el reloj. A los 45 minutos tu obra de arte debería estar lista, pero no te olvides de ese vistazo a mitad de camino. Si el arroz pide a gritos un poco más de caldo, escúchalo y actúa, pero con mesura.

Tras la espera, cuando el aroma te diga que es hora de sacar la fuente, hazlo con cuidado y dale unos minutos de descanso. Es el momento en que la magia final ocurre y todo se asienta. Prepárate para recibir aplausos, porque este arroz con conejo al horno va a ser el protagonista de la mesa.