Arroz al horno en calabaza

Receta ↓ Ángela Solar

¡Descubre el arroz al horno en calabaza, una joya culinaria que cautivará tus sentidos! Prepárate para una explosión de sabor que te hará pedir más.

Imagina un arroz jugoso y aromático, abrazado por la suavidad de la calabaza, en una combinación que danza en tu paladar.

Ya sea para una ocasión festiva o para romper la rutina con gusto, este plato promete convertirse en el protagonista de tus mejores recuerdos gastronómicos.

Ingredientes necesarios

¡Imagina un plato que te transporte a los campos dorados de Valencia! Eso es lo que sentirás con cada bocado de nuestro arroz al horno en calabaza. Aquí te dejo la lista de tesoros que necesitarás:

• Arroz: El alma de la fiesta. Opta por un arroz bomba o arborio, que he descubierto que son los que mejor abrazan los sabores y resisten como valientes en el horno.
• Calabazas: No cualquier calabaza vale; necesitas una que al hornearse se convierta en pura magia. La butternut es mi amuleto secreto, con su dulzura natural y textura que hace que cada bocado sea una celebración.
• Especias y hierbas: Aquí es donde la receta cobra vida. Un poco de romero o tomillo, recién picados, y esa pimienta negra que nunca falta en mi cocina, son el toque final. Y si alguna vez has estado en España, sabrás que el azafrán no puede faltar en un buen arroz, así que ¡no escatimes!

Este plato me recuerda a las paellas que preparaba mi abuela, con ese amor y paciencia que solo los recuerdos de infancia pueden traer. Así que, al igual que ella, te invito a ponerle corazón a tu arroz al horno en calabaza y hacerlo tuyo. ¡Manos a la obra y a cocinar con pasión!

Preparación de la calabaza

¿Lista para convertir una calabaza en el centro de todas las miradas de tu mesa? Empecemos por elegir la mejor calabaza, esa que parece estar llamándote desde el estante del mercado. Yo me decanto por las que tienen un color naranja intenso, ¡me recuerdan a los atardeceres de otoño!

En casa, el ritual de limpieza comienza. Bajo un chorro de agua fresca, froto la piel de la calabaza con dedicación, pensando en el festín que nos espera. Utilizo un cepillo para llegar a cada rincón, asegurándome de que quede impecable para su gran momento en el horno.

El corte es todo un arte: con un cuchillo firme, separo la corona de la calabaza y me adentro en su interior con una cuchara robusta, extrayendo las semillas y las fibras.

Recuerdo que mi abuela solía guardar estas semillas para plantarlas en primavera; siempre me sorprendía la magia de verlas crecer.

El horneado es el acto final de esta transformación. Enciendo el horno a 180°C, como quien prepara el escenario para la función.

Baño el interior de la calabaza con aceite de oliva y una lluvia de sal, y la coloco en el horno, donde se cocerá hasta que esté tierna pero firme, unos 30-40 minutos.

Cada horno es un mundo, así que te invito a vigilarla y descubrir el punto exacto en que está lista para recibir el arroz. ¡Es un baile delicado entre tiempo y temperatura que termina en una ovación de sabores!

Elaboración del arroz

¡Prepárate para enamorarte del arroz que va a rellenar nuestra calabaza! Yo elijo siempre un arroz bomba porque absorbe los sabores como ninguno y queda perfectamente cremoso. ¿Mi secreto? Dos tazas justas para que cada bocado sea un tesoro de sabor.

El sofrito base es mi momento zen en la cocina; un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra, cebolla picada con amor, ajo que baila entre mis dedos y pimiento rojo que pinta de fiesta la sartén. El olor que se desprende es pura magia, y te prometo que tus vecinos llamarán a la puerta preguntando qué maravilla estás cocinando.

Cuando llega la hora de dorar el arroz con el sofrito, me gusta cantarle una canción, porque la comida hecha con alegría sabe mejor. Añade el caldo y observa cómo el arroz lo va absorbiendo poco a poco, como un abrazo cálido. Recuerda, queremos que quede al dente, porque su viaje no termina aquí.

Antes de que el arroz se aventure dentro de la calabaza, siempre le doy un último beso de sabor con una pizca de azafrán. Y tú, ¿te atreves a ponerle tu toque personal? ¡Anímate y cuéntame cómo te ha quedado!

Presentación y maridaje

¡Prepárate para que tu arroz al horno en calabaza se convierta en el alma de la fiesta! Cada vez que lo preparo, mis amigos quedan fascinados con la fusión de colores y sabores. Te voy a contar cómo hacer que tu plato sea un auténtico festín para los ojos.

Usa la calabaza como si fuera un cuenco de cerámica artesanal, repleto de ese arroz jugoso y perfumado. Atrévete a esparcir por encima unos granos de granada para un estallido de color rojo pasión y una explosión de sabor agridulce que contrasta de maravilla con la suavidad del arroz.

Y para beber, olvídate de las elecciones típicas. Un vino rosado con notas de frutos rojos puede ser un acompañante sorprendente que balanceará la riqueza del arroz con su frescura y vivacidad. En mi última cena, serví un rosado de Navarra que fue el compañero perfecto, ¡y mis invitados aún me lo recuerdan!

La presentación es un arte, y tú eres el artista. Con un poco de imaginación y estos consejillos, transformarás una simple comida en una experiencia sensorial completa. ¡Anímate a experimentar y verás cómo tus comensales te lo agradecerán!